El japonés ‘rezuma’ ese ambiente propio de los restaurantes de moda. Es caro pero no incurre en riesgos.
La otra vez que fui a Zuma (Paseo de la Castellana, 2) me invitó a comer el padre de una amiga. No comimos mal -porque está bueno- pero el padre de mi amiga salió refunfuñando por el host… que le dieron en la cuenta. O eso supuse yo.
El pasado fin d
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